martes, 28 de julio de 2009

mediateca #31
















He decidido abandonar el tipo de lecturas que me han tenido entretenido este invierno. Empecé a sumergirme en ciertos pensadores de modo completamente egoísta en búsqueda de respuestas y reflexiones sobre mi subjetividad, pero he llegado a un lugar llamado Foucault demasiado alejado de mi punto de partida. No cabe duda de que es un personaje muy importante, pero inauguró un método filosófico que ha tenido tal impacto que toda la filosofía anterior puede llegar a parecer inoperativa: desde Foucault, la filosofía es micro, está descentralizada y ajena a lo trascendente, se ocupa de lo parcial ya que lo total se considera una entelequia inabordable. Lo cual está muy bien, pero a nivel personal e íntimo, no es la estrategia que me convence: mi visión del mundo, me he dado cuenta gracias a él, es mucho más... mágica.
De todos modos, pese a su genialidad creo que fue un tipo más interesante por las preguntas que hacía que por las respuestas que daba. Coincido con Derrida, Chomsky y Baudrillard en acusar a este autor porque, en su proceso de desmontaje de determinadas metaficciones históricas, se olvida de que las herramientas que utiliza para repensar son tan contingentes y subjetivas como los conceptos que pretende refundar. Supongo que fue él el que llevó a la filosofía a su actual callejón sin salida (frente al deslumbrante avance de la ciencia, disciplinas como la filosofía, el arte o la literatuta llevan 50 años apalancadas y resultando obsoletas para el conocimiento humano).
En cualqueir caso, linkeo aquí una entrada en el taringa desde la que os podéis bajar muchas de sus obras en pdf. Os lo recomiendo especialmente si os interesa el tema del Poder, que al final resultó ser (en mi opinión) el hilo conductor de todos sus escritos. Ya os digo: a mí, en este momento, me interesa más lo mágico que lo político.