jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Por qué hay arte? #5






El pobre Stockhausen pasó muy malamente sus últimos años de vida , víctima de la polémica suscitada por las célebres declaraciones en las que describía los sucesos del 9/11 como "la más grande obra de arte jamás creada".¡Javier Rioyo hubo de poner su hipersensible grito en el cielo! Las esotéricas consideraciones de Karlheinz al respecto del Doom´s Day nos resultan excesivamente peregrinas, pero lo que es indudable es que todo lo que sucedió aquel día fue un shock de la conciencia global de tal magnitud que, por supuesto, han tenido un impacto imborrable en muchos de los asuntos centrales de la historia del arte.
Obviamente, el "arte" oficial generado en torno al atentado no tiene absolutamente ningún interés: infumables y lacrimógenas elegías patrióticas con Nicholas Cage, comics progres perpetrados por supuestos maestros del 9º arte en un inesperado resbalón cursilánime, Wim Wenders & amiguetes jugando al sentimentalismo de autor, Enrique Iglesias canturreando en honor a los héroes rodeado de monaguillos con velas... Bullshit. Lo que de verdad es impresionante en toda esta historia es el hecho de que todos pudimos verlo en directo por televisión, y aquellas imágenes documentales han servido a infinidad de obras al filo de la ficción que son capaces de hilar los detalles de lo que hemos visto para articular discursos infinitos.
¿Recordáis "Tren de sombras", de Guerín, y "Blow Up", de Antonioni? Pues esa investigación sobre la relación entre la realidad y su representación, se ha convertido en arte en la calle a través de los numerosos documentales conspiranoicos que, articulando e interpretando de maneras muy diversas las grabaciones de aquel día, son capaces de proponer causalidades absolutamente divergentes en las que lo real sólo toma cuerpo como interpretación de su representación. La mirada contemporánea es consciente de que no es posible evitar la subjetividad.
¿En qué categoría entra ese tipo de narrativa especulativa? ¿Real, ficción, hiper-realidad? ¿Documentales o mockumentaries? La manipulación y recontextualización infinitas de lo visto aquel día conforma, en conjunto, una hermosa obra de arte global construída, sin saberlo y colectivamente, por miles y miles de aficionados que, desde sus hogares, han dado su particular collage de representaciones y definiciones de la realdiad subyacente. El universo 9/11 es descomunal, tremendamente fascinante: la fascinación conspirativa provocada por aquellas hipnóticas imágenes son un género en sí mismo que transita los espacios vacíos entre la ciencia ficción, la literatura distópica, la especulación política, el falso periodismo y la semiótica de la imagen que tiene mucha magia; un multiverso tan complejo y divertido como puedan serlo los de Marvel o DC.
Si os zambullís en el fandom 9/11 del Youtube, podéis pasar horas y horas contemplando las múltiples teorías y composiciones de lugar que ha generado. Que si fue un trabajo interno, que si en realidad ningún avión chocó en el WTC (de confirmarse, sería una revolución absoluta en la historia de la televisión y el arte en general), que si es inverosímil la velocidad a la que cayeron las torres... Conexiones con lobbies petrolíefros, lazos de consanguineidad Bush-Laden, la leyenda en torno al Club Bilderber y el Nuevo Orden Mundial, la chapuza en torno al vuelo 77 y el Pentágono... Una gigantesca y desconcertante telenovela (nunca mejor dicho) en la que cada nueva vuelta de tuerca deconstruye la verdad anterior. Y hecha en común por miles y miles y MILES de aficionados, blogs, mpegs y sites. ¡Incluso hay luchas inetrnas entre los apóstoles! Muy recomendable es la polémica entre Alex Jones (el gran gurú del ramo, patrón de dos webs tan populares como esta y esta) y Peter Joseph (el creador de la impactante Zeitgeist): podéis escuchar aquí su más encendido debate, en el que por cierto Jones queda retratado como un panoli yanky sin ningún tipo de cultura.
¿Lo que yo opino de esta verbena? Me encanta, he visto casi todos los documentales importantes, de los cuales os recomiendo uno italiano llamado "Zero" y el casposo y entrañable "The truth rising", protagonizado por supervivientes de nuestro día D. ¿Lo que yo creo? Quiero creer que fue un trabajo interno, que no hubo vuelo 77 (y ojalá no haya habido ningún United 175), que las torres fueron demolidas para justificar la guerra, y que Bin Laden trabaja para la CIA. Las evidencias son (PARECEN) irrefutables (la chapuza del pentágono, los análisis técnicos sobre el desplome de las torres, la caída de la torre 7, los documentos del think-tank de Bush en pos de un nuevo Pearl Harbour...) pero lo real hace tiempo que ha quedado sepultado por sus múltiples representaciones. Como en el arte, ya no es una cuestión de información, sino de su interpretación. Es una cuestión de fe.