miércoles, 15 de julio de 2009

mediateca #27


































































































Si hay un trabajo que detestamos, es el de hacer fotocopias, que en la era windows ha encontrado su contrapunto informático a través del scanner. Pero para que os déis cuenta de cómo cuidámos a nuestros lectores y hasta qué punto, nos lo curramos, hemos madrugado para tirarnos más de 20 minutazos escaneando la entrevista a Moritz Von Oswald aparecida en el número de julio de la Wire. Y no es por tirarnos flores, pero nos hemos gastado unos imprudentes 8.95 euros para poder leer esta inesperada interview que ahora vosotros tenéis de gorra.
En realidad, no es para menos dado lo insólito del artículo: Moritz, el cerebro detrás de los mejores momentos del techno alemán (Maurizio, Basic Channel, Chain Reaction) siempre ha sido famoso por no hablar jamás de su trabajo y ni siquiera dejarse fotografiar. Y si bien la entrevista tampoco es que descubra la piedra filosofal, desde luego esas fotos oníricas de estética Emmanuelle merecen muchísimo la pena: ¿a que nunca hubieseis sospechado que el gran gurú del mínimal techno tuviese un aspecto tan hierático y autista? Estos alemanes son como son: su música tiene ese toque trascendente y espartano de la mística germánica, que a oídos latinos como los nuestros resulta tan goloso y simpático, pero es escuchar lo que dicen y pensar: no sé si esta gente tiene en el pecho un corazón o un implante biomecánico. Ayer terminé el Maus de Art Spiegelman (maravillosa obra, por cierto) y, decididamente, el Germanische Geist, con sus nibelungos y sus invasiones a Polonia, tiene de grandioso lo que tiene de perturbado. Da un poco de miedo pensar que la misma cultura que alumbró a Von Oswald, fue la que construyó Mathausen y Dachau. Será que allí las cabezas son cuadradas y no redondas. Pero no mezclemos churras con merinas...